Siempre fue un enigma tratar de entender por qué cuando las personas cometen errores, y hay una contraparte que les hace ver aquel error, la persona (si realmente repara en el hecho de que cometió el error) se "siente mal".
En realidad en esa frase "se siente mal" hay una desviación del lenguaje. El sentirse mal es una frase aplicable a casi todo, teniendo en cuenta que sirve tanto para enfermedades como para estados anímicos. Aunque al final, los problemas anímicos terminan repercutiendo en el estado fisiológico global del individuo.
Y mientras más pesa ese sentimiento de culpabilidad, inquietud, rabia, tristeza o lo que sea, el individuo empieza a generar y expresar síntomas asociados a alguna patología (fisica o mental). No es raro que cuando nos despachan a la casa, nos culpan de algo, nos recriminan o nos echan del trabajo, la sensación corporal es equivalente a que hubiera pasado una avalancha sobre nosotros, arrastrando toda posibilidad de mirar un futuro auspicioso. Algunos se recuperan - después de días, con ayuda de fármacos, o de terapias sicológicas, o un(a) buen(a) amigo(a) que te escuche decir 400 veces lo mismo -, pero hay otros que no.
Y es que la verdadera razón es un asunto meramente avocado a señales. Señales internas, neurotransmisores, hormonas, cascadas, activadas o desactivadas, que nos mantienen en un estado a veces caótico. Serotonina secretada a mares, esa sensación de desgano, lo que no nos deja continuar, lo único que ocupa nuestra mente es la búsqueda de "por qués" que expliquen nuestra desidia y no solucionar el problema.
Volver a levantarse es difícil. Pero depende de quien sea y de cómo esté su genética.
Hay gente que dice que los sentimientos no curan, pero quien sabe si en verdad, deje de ser científica y empiece a ver el efecto de una sanación tan fidedigna como la entrega de un sentimiento a alguien que carece de él... Y es precisamente, el vacío en algo esencial lo que hace que nos "sintamos mal" del alma...
Por eso a veces recuerdo a mi abuelo cuando decía: "No hay enfermedades... sólo enfermos...", claro que depende de qué...
La baja de defensas gatillada por una depresión o stress puede llegar a desarrollar cáncer. Puede inducirte a cometer algun acto impensado.
Como el acto impensado de querer recuperar lo perdido.
En realidad en esa frase "se siente mal" hay una desviación del lenguaje. El sentirse mal es una frase aplicable a casi todo, teniendo en cuenta que sirve tanto para enfermedades como para estados anímicos. Aunque al final, los problemas anímicos terminan repercutiendo en el estado fisiológico global del individuo.
Y mientras más pesa ese sentimiento de culpabilidad, inquietud, rabia, tristeza o lo que sea, el individuo empieza a generar y expresar síntomas asociados a alguna patología (fisica o mental). No es raro que cuando nos despachan a la casa, nos culpan de algo, nos recriminan o nos echan del trabajo, la sensación corporal es equivalente a que hubiera pasado una avalancha sobre nosotros, arrastrando toda posibilidad de mirar un futuro auspicioso. Algunos se recuperan - después de días, con ayuda de fármacos, o de terapias sicológicas, o un(a) buen(a) amigo(a) que te escuche decir 400 veces lo mismo -, pero hay otros que no.
Y es que la verdadera razón es un asunto meramente avocado a señales. Señales internas, neurotransmisores, hormonas, cascadas, activadas o desactivadas, que nos mantienen en un estado a veces caótico. Serotonina secretada a mares, esa sensación de desgano, lo que no nos deja continuar, lo único que ocupa nuestra mente es la búsqueda de "por qués" que expliquen nuestra desidia y no solucionar el problema.
Volver a levantarse es difícil. Pero depende de quien sea y de cómo esté su genética.
Hay gente que dice que los sentimientos no curan, pero quien sabe si en verdad, deje de ser científica y empiece a ver el efecto de una sanación tan fidedigna como la entrega de un sentimiento a alguien que carece de él... Y es precisamente, el vacío en algo esencial lo que hace que nos "sintamos mal" del alma...
Por eso a veces recuerdo a mi abuelo cuando decía: "No hay enfermedades... sólo enfermos...", claro que depende de qué...
La baja de defensas gatillada por una depresión o stress puede llegar a desarrollar cáncer. Puede inducirte a cometer algun acto impensado.
Como el acto impensado de querer recuperar lo perdido.